jueves, 30 de noviembre de 2006

Enfermedades Parasitarias


Nombres alternativos:

Infección del riñón; Infección complicada de las vías urinarias; Infección renal; Pielonefritis aguda

Definición:

Es una infección del riñón y de los conductos que sacan la orina del riñón (uréteres).

Causas, incidencia y factores de riesgo :

La pielonefritis se presenta con más frecuencia como resultado de una infección urinaria, particularmente en presencia de reflujo de orina ocasional o persistente de la vejiga hacia los uréteres o la pelvis renal (reflujo vesicoureteral).

La pielonefritis puede ser clasificada de la siguiente manera:

Pielonefritis aguda no complicada (desarrollo súbito de inflamación renal)
Pielonefritis crónica (una infección prolongada que no se resuelve)

Aunque la cistitis (infección de la vejiga) es común, la pielonefritis se presenta con mucha menos frecuencia. El riesgo aumenta si existen antecedentes de cistitis, necrosis papilar renal, cálculos renales, reflujo vesicoureteral o uropatía obstructiva.

El riesgo también aumenta cuando existen antecedentes de infección urinaria crónica o recurrente y cuando la infección es provocada por un tipo de bacteria particularmente agresiva.

La pielonefritis aguda puede ser severa en los ancianos y en las personas que se encuentran inmunodeprimidas (por ejemplo aquellos que tienen cáncer o SIDA).

Síntomas:

-Dolor en el costado o dolor en la espalda
-Dolor abdominal severo (ocurre ocasionalmente)
-Fiebre
-superior a 102 º F (38.9 ºC)
-que persista por más de 2 días
-Escalofrío con temblor
-Piel caliente
-Piel colorada o enrojecida
-Piel húmeda (diaforesis)
-Vómitos, náuseas
-Fatiga
-Malestar general
-Micción dolorosa
-Incremento en la frecuencia/urgencia urinaria
-Necesidad de orinar en la noche (nicturia)
-Color de orina anormal o turbia
-Sangre en la orina
-Olor de orina fétido o fuerte

Signos y exámenes :

Un examen puede mostrar sensibilidad con la palpación (presión) del riñón.

Un análisis de orina comúnmente revela glóbulos blancos (GB) o glóbulos rojos (GR) en la orina.
Un cultivo de orina de una muestra limpia o un cultivo de orina (muestra cateterizada) pueden revelar bacterias en la orina.
Un hemocultivo puede mostrar una infección.
Un pielograma intravenoso (PIV) o una TC abdominal puede mostrar riñones agrandados con un flujo pobre del medio de contraste a través de los riñones. La PIV y la TC abdominal también pueden indicar trastornos subyacentes.

Las anomalías subyacentes del riñón que ponen a un paciente en alto riesgo de padecer pielonefritis aguda pueden descubrirse por medio de otros exámenes y procedimientos adicionales, incluyendo los siguientes:

-Cistouretrograma de evacuación
-Ecografía renal
-Gammagrafía renal
-Biopsia renal

Tratamiento:

Los objetivos del tratamiento son controlar la infección y reducir los síntomas. Los síntomas agudos por lo general desaparecen en 48 a 72 horas después del tratamiento adecuado.

Debido a la alta tasa de mortalidad en la población de edad avanzada y al riesgo de complicaciones, se recomienda realizar un tratamiento oportuno.

Después de obtener un urocultivo para identificar las bacterias, se seleccionan los antibióticos para tratar la infección.

MEDICAMENTOS:

Inicialmente, pueden emplearse antibióticos intravenosos (IV) para controlar la infección bacteriana, si ésta es severa o si el paciente no puede tomar antibióticos por vía oral. En casos agudos de pielonefritis, se pueden administrar antibióticos entre 10 y 14 días.

La pielonefritis crónica puede requerir terapia antibiótica a largo plazo y es indispensable que el paciente termine la terapia completa de los antibióticos prescritos. Entre los utilizados más comúnmente están:

Medicamentos sulfa como el sulfasoxazol/trimetoprima
Amoxicilina
Cefalosporinas
Levofloxacina y ciprofloxacina


MONITOREO:

En los pacientes diabéticos, en las mujeres embarazadas y en las personas con parálisis medular, el seguimiento debe incluir un urocultivo al completar la terapia antibiótica para asegurarse de que no se vuelvan a presentar bacterias en la orina.

PRONOSTICO:

La mayoría de los casos de pielonefritis mejoran sin complicación después del tratamiento. Sin embargo, es posible que el tratamiento deba ser agresivo o prolongado. Si se presenta sepsis, ésta puede ser mortal.

Complicaciones:

Recurrencia de pielonefritis
Absceso perinéfrico (infección alrededor del riñón)
Septicemia
Insuficiencia renal aguda

Cáncer de Próstata


DESCRIPCIÓN:




El cáncer de próstata (cáncer prostático) es el segundo cáncer más común en los hombres, después del cáncer de piel, y la segunda causa principal de muerte por cáncer en los hombres, después del cáncer del pulmón.

La próstata es una de las glándulas sexuales masculinas. Es una glándula pequeña (cerca del tamaño de una nuez) y sirve para la producción de líquido seminal, que forma parte del semen o esperma. Está ubicada encima del recto y debajo de la vejiga de la orina. La próstata rodea la uretra -el tubo que lleva la orina desde la vejiga al pene- como una especie de "flotador", en el punto donde la uretra se conecta a la vejiga. Por ello, cuando la próstata crece, hay dificultades al orinar o en las relaciones sexuales.


El cáncer de próstata se da con mayor frecuencia en hombres mayores. La próstata sigue creciendo durante la mayor parte de la vida de un hombre, de forma que es muy frecuente presentar a partir de los 60 años una condición inocua llamada próstata "agrandada" o hipertrofia prostática benigna (HPB), mucho más común que el cáncer de próstata. Muchos de los signos y síntomas de la HPB son los mismos que los del cáncer de próstata.

Como ocurre con muchos tipos de cáncer, la detección y el tratamiento tempranos aumentan las perspectivas de curación. Además, el cáncer de próstata es un tipo de cáncer que crece lentamente. Cuando se desarrolla muy a finales de la vida, como es frecuentemente el caso, la repercusión de la enfermedad puede ser mínima. En efecto, muchos hombres con cáncer de próstata mueren con el tiempo de causas no relacionadas con el cáncer mismo.

SÍNTOMAS :

En su estadio más inicial, el cáncer de próstata puede no producir signos o síntomas. Según crece el tumor, pueden notarse ciertos signos o síntomas, incluyendo:

-Dificultad con comenzar o terminar de orinar
-Fuerza reducida del chorro de orina.
-Goteo al final de la micción.
-Micción dolorosa o con ardor
-Orinar poca cantidad cada vez y frecuentemente, especialmente por la noche.
-Eyaculación dolorosa
-Sangre en la orina
-Incapacidad para orinar
-Dolor continuo en la parte baja de la espalda, en la pelvis, o en la zona superior de los muslos.

DIAGNÓSTICO:

1. Tacto rectal. Debe formar parte del chequeo físico anual recomendado para los hombres mayores de 40 años de edad. Mediante la inserción de un dedo enguantado en el recto, el médico palpa la superficie de próstata a través de la pared del intestino. Masas sospechosas, texturas anormales o durezas llevarán a investigaciones posteriores.

2. Antígeno específico de próstata (AEP). Es una proteína producida en la próstata que puede elevarse cuando el cáncer está presente. Los niveles de AEP pueden ayudar al médico en el seguimiento de un paciente con problemas de próstata.

3. Punción/Biopsia de próstata. La única manera de determinar si una masa sospechosa es cáncer de próstata es examinar microscópicamente una muestra del tejido tomado del área. Esta muestra puede ser extraída por una aguja colocada directamente en la próstata a través del recto o del perineo (el espacio entre el escroto y el ano). Este procedimiento se llama una punción-aspiración de aguja fina (PAAF) o una biopsia por aguja. También puede obtenerse una biopsia mediante una operación.

Si existe cáncer, varios otros procedimientos, incluyendo radiografías, pruebas de laboratorio y procedimientos computarizados de radiología diagnóstica serán útiles en determinar el grado de la enfermedad.

ESTADIOS O ETAPAS:

Etapa I (A). El cáncer de próstata en esta etapa no se siente y no causa ningun síntoma. El cáncer se encuentra solamente en la próstata y se detecta de forma casual.


Etapa II (B). Las células cancerosas se encuentran en la glándula prostática únicamente. El tumor puede detectarse por medio de una biopsia por aguja, o por simple tacto rectal.


Etapa III (C). Las células cancerosas se han diseminado fuera del recubrimiento (cápsula) de la próstata a los tejidos circundantes.


Etapa IV (D). Diseminación (por metástasis) a los ganglios linfáticos (cerca o lejos de la próstata) o a los órganos y tejidos situados lejos de la próstata -los huesos, el higado o los pulmones-.


El cáncer vuelve a aparecer después de haber sido tratado. Puede reaparecer en la próstata o en otra parte del cuerpo.

CLASIFICACION T.N.M.. El cáncer de próstata también se puede clasificar usando T (tamaño del tumor), N (grado de diseminación a los ganglios linfáticos) y M (extensión de la diseminación a otras partes del cuerpo).

TRATAMIENTO:

El tratamiento del cáncer de próstata es sumamente individualizado, y deben considerarse muchos factores, sobre todo:

- la etapa de la enfermedad,
- los antecedentes médicos generales del paciente,
- la edad,
- el estado general de salud
- la esperanza de vida.

CIRUGÍA: La cirugía para el cáncer de próstata varía de extirpar sólo el crecimiento canceroso, a la extirpación de toda la próstata y de los ganglios linfáticos circundantes.

Prostatectomia radical: Consiste en la extirpación de la próstata y parte del tejido que la rodea. La cirugia se puede realizar mediante una incisión en el espacio situado entre el escroto y el ano (prostatectomia perineal) o mediante una incisión en el abdomen inferior (prostatectomia retropúbica). La prostatectomia radical se lleva a cabo sólo si el cáncer no se ha diseminado fuera de la próstata.

En algunos casos de cáncer de próstata avanzado, puede estar indicada la extirpación de los testículos -estas dos glándulas son el productor principal de la hormona masculina testosterona en el cuerpo, la cual estimula el crecimiento del cáncer de la próstata.

Los efectos colaterales principales de la extirpación de próstata son la impotencia (incapacidad para tener o mantener una erección) y la incontinencia urinaria (incapacidad para controlar la función urinaria). Generalmente son temporales, pero en algunos casos pueden ser permanentes.

RESECCIÓN TRANSURETRAL: Consiste en la extirpación del cáncer de próstata empleando un instrumento que se introduce en la próstata a través de la uretra. Esta operación a veces se hace para aliviar los síntomas causados por el tumor antes de aplicar otro tratamiento, o en los hombres que no pueden soportar una prostatectomia radical debido a la edad u otra enfermedad.

CRIOCIRUGÍA: Un tipo de cirugia en el que el cáncer se destruye por congelamiento.

OTRAS TERAPIA: Además de la cirugía, para tratar el cáncer de próstata pueden estar indicadas una o varias de las siguientes:

- Radiaciones ionizantes (Radioterapia)
- Medicamentos ("venenos") contra el cáncer (Quimioterapia)
- Hormonas (Hormonoterapia).
- Terapia biológica o Inmunoterapia (uso del sistema inmune del cuerpo para combatir el cáncer).

Terapia hormonal. Las hormonas masculinas (especialmente la testosterona) pueden contribuir al crecimiento del cáncer de próstata. Para detener el crecimiento del cáncer, se pueden administrar hormonas femeninas (estrógenos) o unos medicamentos llamados agonistas LHRH que reducen la cantidad de hormonas masculinas. El motivo es el mismo que en algunas ocasiones lleva a una extirpación de los testículos (orquiectomia) con el fin de impedir que estos produzcan testosterona. Este tratamiento se usa generalmente en hombres con cáncer de próstata avanzado.

El propósito de la terapia biológica o terapia modificadora de la respuesta biológica (BMR) es el de tratar de que su mismo cuerpo combata el cáncer. Para ello se utilizan materiales producidos por el propio cuerpo (o síntesis idénticas de laboratorio) para reforzar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad.

Cálculos Renales

Nombres alternativos:

Piedras en el riñón; cálculos en el riñón; nefrolitiasis

Definición:

Un cálculo renal es una masa sólida que consiste en una colección de pequeños cristales. Pueden estar presentes uno o más cálculos al mismo tiempo en el riñón o en el uréter.

Causas, incidencia y factores de riesgo:

El cálculo renal se puede formar cuando la orina se encuentra muy concentrada con ciertas sustancias. Estas sustancias se pueden agrupar para formar pequeños cristales y posteriormente cálculos, los cuales pueden no manifestar síntomas hasta que comienzan su descenso por el uréter, produciendo dolor. Dicho dolor es fuerte, con frecuencia comienza en la región del flanco y baja hasta la ingle.

Los cálculos renales son muy comunes. Aproximadamente el 10% de los hombres habrán experimentado un episodio, como mínimo, antes de llegar a los 70 años de edad. La recurrencia de los cálculos es frecuente y son comunes en bebés prematuros.

Entre otros factores de riesgo se encuentran la acidosis tubular renal y la nefrocalcinosis resultante.

Algunos tipos de cálculos tienden a darse en familias y algunos tipos pueden estar asociados con otras condiciones tales como enfermedades intestinal, la derivación ileal para la obesidad o defectos en los túbulos renales.

Los tipos de cálculos abarcan:

Los cálculos de calcio son los más comunes, son de 2 a 3 veces más comunes en los hombres y aparecen generalmente entre los 20 y 30 años de edad. Es probable su recurrencia. El calcio puede combinarse con otras sustancias como el oxalato (la sustancia más común en ciertos alimentos), fosfato o carbonato para formar el cálculo. Las enfermedades del intestino delgado aumentan la tendencia a formar cálculos de oxalato de calcio.

Los cálculos de ácido úrico también son más comunes en los hombres. Están asociados con la gota y la quimioterapia y representan aproximadamente un 10% de todos los cálculos.
Los cálculos de cistina pueden formarse en personas con cistinuria. Este es un trastorno hereditario que afecta tanto a hombres como a mujeres.

Los cálculos de estruvita se encuentran principalmente en las mujeres como resultado de una infección del tracto urinario. Pueden crecer hasta ser de tamaño muy grande y obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
Existen también otras sustancias que pueden cristalizarse, precipitarse y formar cálculos.

Síntomas:

Dolor en el flanco o dolor de espalda en uno o ambos lados
-progresivo
-fuerte
-con cólicos o espasmos
-puede irradiarse más abajo del flanco, la pelvis, la ingle o los genitales
-Náuseas, vómitos
-Necesidad urgente/frecuente de orinar (necesidad persistente de orinar)
-Sangre en la orina
-Dolor abdominal
-Micción dolorosa
-Micción excesiva durante la noche
-Dificultad para orinar
-Dolor en el testículo
-Dolor inguinal
-Fiebre
-Escalofríos
-Color anormal en la orina

Signos y exámenes:

El dolor puede ser lo suficientemente fuerte como para requerirse el uso de narcóticos.
Puede existir sensibilidad al tacto en la espalda o el abdomen. Igualmente, si los cálculos son severos, persistentes o recurrentes pueden presentarse señales de insuficiencia renal.

Colar o tamizar la orina puede capturar los cálculos del tracto urinario que han sido excretados
El análisis del cálculo indica su tipo
El análisis de orina puede mostrar cristales y glóbulos rojos en la orina
El ácido úrico aparece elevado
Los cálculos y obstrucciones del uréter pueden observarse en los siguientes exámenes:

-Ultrasonido del riñón
-PIV (pielograma intravenoso)
-Radiografía del abdomen
-Pielograma retrógrado
-TC abdominal
-IRM abdominal/renal
-Los exámenes pueden revelar niveles altos de calcio en la sangre o en la orina.

Tratamiento:

Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas y prevenir síntomas futuros (los cálculos renales usualmente desaparecen por sí solos). El tratamiento varía según el tipo de cálculo y la magnitud de los síntomas o las complicaciones; y puede requerirse hospitalización si los síntomas son severos.

Cuando los cálculos salen, se debe colar la orina y conservarlos para analizarlos y determinar su tipo.

La ingestión de líquidos debe ser abundante para poder producir una gran cantidad de orina. Se recomienda tomar agua, al menos de 6 a 8 vasos al día, e igualmente se puede requerir la administración de líquidos intravenosos.

Es posible que sea necesario administrar analgésicos (calmantes) para controlar el cólico renal (dolor asociado con el pasaje de los cálculos). Si el dolor es muy severo, se pueden administrar analgésicos narcóticos.

Dependiendo del tipo de cálculo, se pueden indicar medicamentos para disminuir la formación de cálculos y/o ayudar en la desintegración y excreción del material que causa el cálculo. Estos medicamentos pueden ser diuréticos, soluciones de fosfato, alopurinol (para los cálculos de ácido úrico ), antibióticos (para los cálculos de estruvita) y los medicamentos que alcalinizan la orina como el bicarbonato de sodio y el citrato de sodio.

Si el cálculo no sale por sí solo, puede requerirse una extracción quirúrgica. La litotricia puede ser una alternativa a la cirugía. Las ondas ultrasónicas o las ondas de choque se emplean para desintegrar los cálculos de forma que puedan ser expulsados con la orina (litotricia extracorpórea por onda de choque) o extraídos con un endoscopio que se inserta en el riñón a través de una pequeña incisión en el flanco (nefrolitotomía percutánea).

Pueden ser necesarios algunos cambios en la dieta con el fin de reducir la recurrencia de algunos tipos de cálculos.

Pronóstico:

Los cálculos renales son dolorosos, pero por lo general son excretados sin que causen daño permanente. Los cálculos tienden a ser recurrentes, especialmente si la causa subyacente no se encuentra y trata.

Complicaciones:

-Recurrencia de los cálculos
-Infección del tracto urinario
-Obstrucción del uréter, uropatía obstructiva aguda unilateral
-Daño renal, cicatrización
-Disminución o pérdida de función en el riñón afectado
-Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe acudir al médico si existen síntomas que indican la presencia de cálculo renal.

También se debe acudir al médico si los síntomas reaparecen, la micción se torna dolorosa, disminuye el flujo de orina o aparece cualquier otro síntoma nuevo.

Prevención:

Cuando existe historia previa de cálculos renales, debe tomarse abundante líquido (generalmente entre 6 y 8 vasos de agua al día) de manera que se produzca una cantidad adecuada de orina diluida. Dependiendo del tipo de cálculo, pueden recomendarse medicamentos u otras medidas para prevenir su recurrencia.

Introduccion


Definición : Genitourinario está referido a los órganos genitales y urinarios o a sus funciones. Genitourinarias son las partes del cuerpo que juegan un papel en la reproducción, consiguiendo librada de los residuos bajo la forma de orina, o ambos. El trauma del sistema genitourinario se define como lesión resultando de la fuerza física, accidental o se inflige, a los órganos tales como el riñón, el uréter, la vejiga, la uretra, los órganos reproductivos internos o los órganos genitales externos.


Causas genitourinarias de las infecciones

Las infecciones genitourinarias no específicas se separan sobre todo con cópula sexual. Los incidentes que implican un vehículo de motor son la causa más común de lesión genitourinaria del sistema, y son responsables de una mitad a dos tercios de todas las lesiones genitourinarias del sistema. Otras causas tales como incidentes y asaltos relacionados deporte explican el equilibrio de lesiones genitourinarias del sistema. En niños, los problemas del sistema urinario incluyen falta aguda y crónica del riñón, infecciones de la zona urinaria, obstrucciones a lo largo de la zona urinaria, y las anormalidades presentes en el nacimiento.


Los síntomas del genitourinario pueden ser incluidos:
fiebre
choque
náusea
el vomitar
sangría interna
evidencia de lesión física
Sangre en la orina
dolor severo en el flanco
dolor severo en una parte posteriora más baja
hinchazón del abdomen